Dimitrie Cantemir
(1673- 1723)
Entre las personalidades del espacio rumano que hicieron la transición de la Edad Media a la Edad Moderna, Dimitrie Cantemir representa una figura única por su encanto europeo y oriental al mismo tiempo y por la forma en que fusionó sus cualidades de erudito con los de un político y un estratega militar.
A 350 años de su nacimiento y 300 años de su muerte, es encomiable su conmemoración a través de una serie de proyectos del Ministerio de Cultura.Divulgar la vida y especialmente la obra de Dimitrie Cantemir tiene un papel muy importante: nos recuerda de dónde venimos, explica cómo se formó el pueblo rumano y su unidad lingüística, las tradiciones y la cultura conservadas durante cientos de años de fragmentación.Tres siglos de música rumana. De Cantemir a los contemporáneos es un proyecto que combina la música del siglo XVIII con la del siglo XXI, al tiempo que recuerda la fascinante existencia del gran erudito que pasó a la historia universal como el primer iluminador del espacio moldavo-valaco.
Dimitrie Cantemir era un homo universalis con pasiones, estudios y talentos variados perfeccionados a través de mucho trabajo. Combinó diplomacia, política y estudio de forma espectacular, quedando en la historia como uno de los grandes eruditos mundiales del siglo XVIII. Sus conocimientos acumulados a lo largo de años de estudios en una amplia variedad de campos como: historia, geografía, lenguas contemporáneas, incluidas las antiguas como: latín, griego, persa (conocía 11 idiomas), música, arquitectura, junto con su talento literario. lo convirtió en un creador de obras que quedaron en la cultura universal. Algunas de las más importantes son, en nuestra opinión, la Descriptio Moldaviae, la Historia de los Jeroglíficos, la Crónica de la antigüedad rumano-moldo-valaca y el Diván o la disputa del sabio con el mundo